1. La piel seca y la piel deshidratada son diferentes
Tener la piel seca no es lo mismo que tener la piel deshidratada, muchas veces estos dos términos se usan por error y muchas veces acabas comprando cremas para pieles deshidratadas cuando lo que buscas son cremas para pieles secas, y viceversa. Para entender las diferencias, primero veamos lo que realmente significa tener la piel deshidratada y lo que significa tener la piel seca.
Una piel deshidratada suele ser una afección de la piel y no un tipo de piel (En este post hablamos de las diferencias entre la condición de la piel y el tipo de piel). La piel deshidratada carece de agua. Esta deshidratación hace que la piel se vea tensa, con poca luminosidad, roja y plana debido a la deflación de las células superficiales. La piel está deshidratada por factores como el clima, la contaminación, el estilo de vida, la dieta y/o el consumo de cafeína.
A diferencia de la piel deshidratada, la piel seca carece de grasa. La falta de sebo (lípidos) en la piel seca significa que la piel no puede retener la humedad y construir una barrera fuerte para protegerse de los elementos externos y esto conduce a una piel que parece escamosa, áspera, agrietada y poco flexible. Esta no es una condición temporal, pero se considera un tipo de piel que tiende a ser más permanente.
2. Tu piel puede estar grasa y deshidratada
Como acabamos de ver, la piel deshidratada no es piel seca. Sin embargo, una piel puede estar deshidratada y ser grasa, mixta o resistente. ¿Cómo? Su piel puede estar produciendo exceso de grasa para compensar la falta de agua.
3. Tal vez su acné proviene de tener la piel seca
Cuando la capa lipídica y el microbioma de nuestra piel está en desequilibrio, se genera un déficit de lípidos en nuestra piel y es entonces cuando aparecen los claros síntomas de una piel seca. Como ya hemos visto, la piel seca también pierde agua porque la falta de lípidos nos impedirá mantener la piel hidratada. Durante este proceso, el pH de nuestra piel también sufre, lo que nos hace susceptibles a las infecciones de las bacterias que causan el acné. En respuesta, la piel comenzará a generar exceso de lípidos para combatir este desequilibrio. Esto es lo que hace que muchas personas con acné crean que su piel es grasa, cuando lo que sucede es que la piel está seca y deshidratada.
4. No está recibiendo el tratamiento adecuado
Saber qué tipo de piel tienes y cuál es su estado es clave para seguir un buen tratamiento y ser eficiente con tu rutina de cuidado de la piel. En muchas ocasiones, compramos cremas para pieles secas (con alto contenido en lípidos) cuando tenemos la piel deshidratada. Después de unas semanas de aplicación, ve que su piel comienza a reaccionar con granos u otras imperfecciones y se alarma por la marca o el producto que está utilizando. ¿Cuántas veces has escuchado "no compres productos de tal marca, me causó acné"? El problema es que has utilizado un producto que tu piel no necesitaba. Si agregas lípidos a una piel deshidratada que no tiene un déficit de sebo, puede terminar causando acné.
5. Ingredientes a evitar si tu piel está seca
- Alcohol: trate de evitar los productos cosméticos que contienen altas cantidades de alcohol, ya que este es un ingrediente cosmético que seca e irrita la piel, además de ser un desencadenante común de eczema, rosácea y psoriasis.
- Fragancias: a menudo se agregan fragancias sintéticas y / o naturales para mejorar el olor del producto cosmético, pero para la piel seca o sensible, las fragancias son ingredientes irritantes.
- Ácido glicólico: El ácido glicólico es un exfoliante químico generalmente utilizado para reducir los puntos negros y los poros obstruidos. Si tienes la piel seca, no necesitas ácido glicólico en tus fórmulas cosméticas.
- Ácido salicílico: este ingrediente se encuentra generalmente en los productos para el cuidado de la piel recomendados para personas con piel grasa y propensa al acné. Si su piel está seca, manténgase alejado del ácido salicílico porque puede hacer que su piel se seque.